Bienal de Venecia 2022 | La leche de los sueños – Parte II

… CONTINUACIÓN (Ver Parte I para seguir el orden)

Mire Lee, Endless House: Holes and Drips, 2022
Jes Fan, Wounding, Apparatus, 2022

Numerosos artistas imaginan combinaciones de lo orgánico con lo artificial, y crean cuerpos híbridos y rebeldes, como por ejemplo las flexibles y neutras esculturas blandas de Sara Enrico; los ondulantes, expresivos y hasta agresivos cuerpos de Christina Qarles,  las seductoras e inquietantes figuras de Andra Ursuta, así como las obras de Aneta Grzeszykowska, Birgit Jurgenssen, Ovartaci, Julia Phillips, , Shuvinai Ashoona y otros.

Sara Enrico, The Jumpsuit Theme, 2022
Christina Qarles, Who Could Say We’re Not Jus’ as We Were, 2021.
Christina Quarles, vista de la instalación
Andra Ursuta, Impersonal Growth, 2020.
Andra Ursuta, Predators R Us, 2020
Andra Ursuta, vista panorámica

Entre lo biológico y lo producido industrialmente, entre los tangible y lo mítico, Teresa Solar nos presenta tres grandes esculturas con formas zoomórficas. Sensuales y sintéticas estas esculturas nos hablan de transformación, del paso del tiempo y de la relación de los seres con la tierra.

 

 

 

Teresa Solar, Tunnel Boring Machine

Sensaciones que van de lo religioso a lo sublime emanan de las sinuosas esculturas marinas de Margerite Humeau. Fascinantes criaturas sintéticas que se mueven entre la ciencia y el mito.

Margerite Humeau Migraciones (El Niño, Kuroshio, La Niña), 2022. 

El artista argentino Gabriel Chaile fusiona objetos simbólicos y rituales con ideas de identidad y con una fuerte relación con la tierra, utilizando materiales austeros como el adobe, el ladrillo y el huevo. Cuando caminamos alrededor de ellas, nos fascinan estas esculturas de adobe de veintitrés pies de altura, hornos gigantes híbridos humano-animal, con una textura delicadamente áspera que invita a tocar, y un gesto humorístico refinado en su diseño antropomórfico.

Gabriel Chaile, Luchonas

Otro artista que, como Chaille, se conecta con su tierra es el brasileño Jaider Esbell, ambientalista y defensor de las perspectivas indígenas y los derechos sobre las tierras.

Jaider Esbell, Transmakunaimi: o buraco é mais embaixo. En primer plano (derecha) La Vaca, 2017.
Jaider Esbell, de la serie Transmakunaimi: o buraco é mais embaixo

 

 

 

Precious Okoyomon explora en su jardín entrópico la vida, el crecimiento y la transformación, así como el deterioro y la muerte.

Precious Okoyomon, Earth Before the End of The World, 2022

En su instalación Moradas,  Delci Morelos nos sumerge dentro de la tierra, para vivir una experiencia extraña: percibir la textura, el aroma y el silencio de la tierra. Vivimos, morimos y nos descomponemos con y como la tierra.

Delci Morelos, Inner Earth, 1918

La exhibición de Venecia incluye a una mayoría de artistas mujeres y personas no binarias, para enfatizar la importancia de repensar la centralidad histórica del hombre (varón) en la historia del arte y de la cultura. No es un acto correctivo, pero sí un gesto simbólico importante. La Bienal 2022 no es una muestra feminista, aunque hay artistas que participan que explícitamente se consideran así, como Barbara Kruger, Simone Leigh, Rosana Paulino, Niki de Saint Phalle entre otras. Hay quienes podrían considerarse eco feministas, como Delci Morelos, Solange Pessoa, Pinarek Sanpitak y Cecilia Vicuña. Así como también hay quienes rechazan ser llamadas feministas.

Bárbara Kruger, Sin título (Principio, Medio, Final), 2022. 

La poderosa instalación de Bárbara Kruger nos habla del poder retórico de la hipercomunicación y de la urgencia visual, y contrasta con el mundo silencioso y vacío que nos proponen las esculturas de Robert Grosvenor.

La femineidad está representada también por la idea de contención y de ser recipiente de la vida, como en las esculturas colgantes de Ruth Asawa  y en los jarrones antropomórficos de Magdalene Odundo y las grandes y delicadas pinturas de Pinaree Sanpitak. Las ideas del cuerpo como recipiente se extienden más allá de la fertilidad, la alimentación y la espiritualidad a ser un contenedor de experiencia y percepción, dador y receptor.

Ruth Asawa, Esculturas Colgantes

Pinaree Sanpitak, Vasijas de Ofrendas, 2021
Felipe Baeza (izquierda) and Pinaree Sanpitak (derecha)

Las obras casi teatrales de Paula Rego nos sumergen en un mundo femenino grotesco, perverso, pero de gran vulnerabilidad y extraña belleza.

Paula Rego, Glotonería, 2019. 
Paula Rego, Seven Deadly Sins, 2019.

Alemani decidió que esta Bienal no se centraría sólo en el presente, sino que reinterpretaría el pasado a la luz del presente. Ella la llama una «exposición transhistórica»(6). Para ello elaboró cinco cápsulas del tiempo que ubicó en diferentes puntos del recorrido, que rescatan y resaltan varios momentos del arte del siglo XX y de bienales anteriores, historias que no fueron parte del canon oficial, y que invaden esta bienal como fantasmas del pasado.

La Bienal 2022 de Cecilia Alemani es una muestra optimista. A pesar del clima mundial en que se fue formando, esta exposición celebra el arte y su posibilidad de crear nuevas condiciones de existencia. En palabras de la curadora: esta exhibición no pide a los artistas que rebelen quiénes somos, sino que absorban las preocupaciones y los miedos de estos tiempos y nos muestren en quiénes y en qué nos podemos convertir (7).

La Leche de los Sueños, Bienal de Arte 2022, está en exhibición en el Arsenale della Biennale di Venezia, Campo de la Tana, 2169/f, 30122 Venecia, Italia, y en los Giardini della Biennale, C. Giazzo, 30122 Venecia, Italia, del 23 de abril al 27 de noviembre de 2022.

Referencias

(1)Cecilia Alemani, por Marta Papini, Catálogo de La Leche de los Sueños, 2022. 25.

(2) Ibid 26.

 (3) Ibid 28

 (4) Ralph Rugoff, Que vivas en Tiempos Interesantes, 2019. 22-29.

(5) Cecilia Alemani, por Marta Papini, Catálogo de La Leche de los Sueños, 2022. 30.

(6) Ibid 30.

(7) Ibid 36.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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